La rápida actuación del remolcador ha evitado el hundimiento del barco siniestrado y una catástrofe ecológica.

El remolcador Malika, de la flota de Boluda Senegal, asistió el pasado día 14 al buque Rosalina II, de 58,7 metros de eslora, cuando se precipitaba hacia las playas de Guediawaye, con avería en sus motores, sin combustible y cargado con 11 vehículos a bordo.

El Rosalina II envió una señal de auxilio detectada por la Marina Nacional Senegalesa, que se puso rápidamente en contacto con URD –Boluda Senegal-, para que desplazara un remolcador a la zona del siniestro.

El Malika rescató y remolcó el buque hasta el puerto de Dakar, evitando una auténtica catástrofe ecológica que se hubiera producido de no ser por su rápida actuación.

Boluda Senegal dispone de una flota de siete remolcadores de gran potencia y maniobrabilidad que operan en el Puerto Autónomo de Dakar.

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