El remolcador VB Hispania realizó una travesía desde Flushing (Netherlands) a Villagarcía (España) y se encontró con unas durísimas condiciones de viento y mar, temporal que llegó a fuerza 9, que implica olas de gran tamaño, rompientes y visibilidad mermada. El área del Golfo de Vizcaya está considerada como uno de los lugares donde más azota el mal tiempo y donde más sufren los barcos por esas causas.
El VB Hispania, es un remolcador de altura de 8.46 HP de potencia y 103 de BP, 46,80 m. de eslora, 13, 80 m. de manga 7.00 m. de puntal, se encontraba “a gancho libre”, es decir, sin remolque, recién finalizado el servicio en Vlissingen (Flushing). “Este estado del tiempo en esta época del año suele ser bastante usual en esta zona, aunque con menos fuerza del viento y la mar”, afirma el Capitán Chaviano. “Las medidas tomadas antes de hacernos a la mar como estanqueidad, valoración de los criterios de estabilidad y flotabilidad fueron puestos a prueba durante esta travesía y el barco demostró sus buenas condiciones marineras”, afirmó.
La calidad humana y profesional de los marinos les inclina a minimizar el mérito de su profesión y quitan toda importancia a las complicadas situaciones que atraviesan “la tripulación tiene experiencia en dichas condiciones y en todas las zonas de navegación. Las decisiones, siempre consultadas, medios recibidos y atenciones en todo momento hicieron de esta travesía una más”.
Preguntado por sus actividades cotidianas reconoció que en esas duras condiciones de navegación las funciones de a bordo más que difíciles se hacen peligrosas, sobre todo maniobras como tomar un remolque en alta mar o remolcar. “Todo se hace muy difícil, cubrir los turnos de guardia, descansar o comer, ya que en muchas ocasiones hay que hacerlo con el plato en la mano, y
cuando más difícil está la situación, sólo se hace comida fría porque es imposible cocinar, todo tiene que permanecer hecho firme (amarrado), porque de lo contrario se va al suelo. Permanecer quietos en un sitio es imposible y de hacerlo tienes que estar sujetándote para no caerte al suelo y darte un golpe”.
Gracias: Capitán, José M. Chaviano; Adrián Martínez, 1er. Oficial; Daniel Columbie, 2º Oficial; Juan Molinet, Jefe de Máquinas; Pedro E. Villanueva, 1er. Maquinista; Carlos A. Santos, 2º Máquinas; Daniel Rodríaguez, Electricista, Ramón García, Contramaestre; Ramón García, Contramaestre; Rodolfo Álvarez, Marinero Titulado; Rolando Cárdenas, Marinero Titulado; Ovidio Quesada, Engrasador; Arnaldo B. Peña, Cocinero; Raymel Lárazo Marín, Cadete de Máquina y Antonio Martín,
Todo nuestro reconocimiento y admiración a nuestros compañeros que trabajan en la mar.